“Sin la simbiosis entre lo público y privado, no podríamos tener lo que hoy tenemos»

En declaraciones a Mañanas Diferentes, por FM Espectáculo 93.1, el vicepresidente de la Dirección Provincial de Puertos, Miguel Ramírez, habló sobre la actividad turística en plena temporada de cruceros; también hizo un balance del 2024 y analizó el impacto de este movimiento en la economía local. En esta línea, Ramírez explicó que “el trabajo que hoy se está haciendo se trabajó en mayo del año pasado. Es un caos organizado. Parece un desorden, pero es un reloj, exactamente diagramado”.

Asimismo, adelantó que “en febrero ya salen los planos para la temporada 2025-2026. Termina y nos juntamos con los agentes marítimos, la Prefectura, Aduana y Migraciones, y para mayo ya tenemos la temporada cerrada, con las ubicaciones de barco, quiénes quedan dentro y quiénes afuera. Luego, vas ajustando con la cantidad de vehículos que van a entrar y comienzan a jugar los agentes de turismo”.

“En febrero vamos a tener un barco japonés que viene dando la vuelta al mundo hace 120 días y nos eligió a nosotros. Es un trabajo con mucha anticipación. No es ni más, ni menos que eso”, relató.

Y agregó: “El año pasado en la Seatrade, a Roberto Murcia le confirmaron que para el 28 de febrero habrá una experiencia con el Star Princess, que en vez de hacer el recambio en Valparaíso o Buenos Aires, lo hará en Ushuaia. Son 6 mil personas que el 28, 1 y 2 de marzo estarán con todo el movimiento en nuestra ciudad”.

Respecto a la caída en la actividad turística, Ramírez reconoció que “sufrimos el tsunami de lo que pueden llegar a ser algunas políticas erradas que llevaron a que el país tenga una merma en el turismo. Cayó en todo el país. Acá igual y se nota. Nosotros somos un puerto estatal. La importancia de eso para un punto geopolítico y estratégico como el nuestro, es fundamental. No es un consorcio, ni un puerto dependiente de Nación. Tenemos una ventaja, pero no somos ajenos a las decisiones del Gobierno nacional”.

“Lamentablemente no podemos contar con algunos fondos que teníamos previstos con Nación. Por eso aplicamos todo el ingenio con el Ministerio de Economía y bancos internacionales, para contar con el financiamiento que necesitamos”, continuó.

Al mismo tiempo, expresó que “no es un momento fácil. Se necesita lo mejor de cada uno de nosotros. No hace falta la tribuna criticando, porque ahí puede estar cualquiera. Es interesante que aquellos que critican o señalan estén jugando en la cancha. Pasa en todos lados. Nosotros no somos ajenos a eso. Siempre vamos a ver el lado bueno de las cosas. Por eso la gestión se maneja en ese sentido: viendo el lado positivo, y con un norte bien definido”.

De igual forma, expuso que están “con la parte logística, pero los cruceros se venden con dos o tres años de anticipación. Ya tenemos reservas para 2026-2027 y 2027-2028. En la próxima Seatrade vamos a tener reuniones, porque hay costos que nos afectan a nosotros. Por ejemplo, que el costo de la hidrovía o el puerto de Buenos Aires sea elevado, nos afecta a nosotros. Si un buque cancela la ruta, nos cancela a nosotros”.

“Estamos trabajando para ponernos de acuerdo entre todos los puertos, incluyendo a Chile. No es un efecto que vamos a ver de hoy para mañana. Estamos trabajando esta tarifa con dos o tres años de anticipación. Eso es lo que hace a la marca país. No solo a la seriedad de un destino, sino a toda la marca nacional. Afecta a los barcos de gran porte y a los de menor porte. Por otro lado, hay que incluir los buques de logística antártica de los países firmantes del Tratado Antártico, que es un mercado muy importante que nos posiciona”, siguió.  

Ramírez hizo un balance de la actividad del 2024 y el inicio del 2025 y subrayó que “este es el fruto de un trabajo que se viene haciendo desde la pandemia. La idea era no sobrecargar la temporada, ni dañar el destino. Si no, es la decadencia a través del éxito ¿Hasta dónde queremos un Parque Nacional con 500 micros? Buscamos que vengan más recaladas y empiecen en septiembre. No termina la temporada de invierno del Cerro Castor y hay gente que ya está inaugurando la temporada de verano”.

También ponderó que “antes terminaba a mediados de marzo y ahora finaliza a principios de abril. Esto aporta al destino y sigue posicionando a Ushuaia como la puerta de entrada a la Antártida. Hasta talleres de Río Grande vienen a Ushuaia para hacer las reparaciones marítimas que se solicitan. No solo vemos turistas que caminan, sino que hay proveedores locales de alimentos, de bebida y demás. Es un movimiento muy importante”.

El vicepresidente de la DPP enfatizó que “no se puede apreciar desde la calle, porque los mismos barcos tapan el movimiento, pero si vemos el muelle, hay toda una fila de buses y micros turísticos para buscar a los pasajeros y llevarlos a las excursiones y luego dejarlos en la ciudad. Es un movimiento muy importante para posicionarnos como punto de inflexión entre el Pacífico y el Atlántico; también porque el aporte de este movimiento a la economía local es grandísimo”.

Por último, puso en valor que “la gente que se queda todo el día consume servicios. No alojamiento, porque duerme en el barco. Están poco tiempo en un destino y lo quieren conocer de forma intensiva. Hacen una excursión o pasean por el centro de la ciudad. Una estadística que estamos trabajando es que los pasajeros de estos cruceros repiten el destino. Tienen la muestra, les gusta y deciden volver a Ushuaia y Calafate. Este movimiento tracciona la Patagonia”.

“Junto al InFueTur y el Ministerio de Economía estamos haciendo un trabajo para ver la incidencia y el efecto de valor económico que esta cascada le deja a la ciudad”, culminó.